Lava ardiente corre por las venas,
arrasando hasta los huesos
mala suerte caer de pie, una y mil veces más.
Sueña con la noche y la calma luna,
con la brisa fresca y la lluvia,
mientras tode arde sin parar jamás.
Como el fuego arrasa sin cesar,
de tus cenizas no vas a renacer,
vuelve sobre tus pasos,
retrocede a tu agujero abismal.
Las heridas con el tiempo no sanaran,
el dolor crecerá sin tiempo y sin medida,
mala hierba albergada en el corazón.
En las brasas de una muerte lenta
se quemaron las ilusiones,
las falsas caricias,
y tu amor falaz.
Sueña con la noche y el alivio,
de tus labios y los mios,
sin la pena de mi ausencia,
sin el tormento de mis besos.